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Hablemos del deseo sexual bajo

Actualizado: 13 feb 2023





INDICE

  1. Tipos de deseo sexual

  2. Modelo del deseo sexual (femenino) de Rosemary Basson

  3. Modelo de control dual del deseo y excitación sexual

  4. Cómo detectar si tengo deseo sexual bajo

  5. Causas del deseo sexual bajo

  6. ¿Qué hacer si tengo deseo sexual bajo?

 

El deseo sexual, a diferencia de lo que se sospecha, es como un musculito que va cambiando con el tiempo –no tienes la misma tonicidad muscular cuando se es adolescente a cuando se es adulto– y requiere ejercitarse para saber que está ahí. Como cuando vas a la primera sesión de yoga o de gym, y descubres que tenías musculitos que no sabías que estaban ahí hasta que empiezan a doler y a ejercitarse. Así el deseo sexual: para sentirlo, hay que moverse en la vida en función del periodo vital por el que estés atravesando.


Pero ojo, mucho ojo, no porque nunca se haya sentido como una “piedra angular” o un tema súpermegadúper absorbente en la vida – significa que hay algo malo en ti. Pa’ nada. Sólo significa que, pues, te gustan otras actividades. A este fenómeno se le llama asexualidad, y te recomiendo el contenido de Olivia Ávila Ruíz para que puedas informarte más al respecto.


Antes de saber todas las técnicas sabrosonas que la Sexología tiene a la disposición de la salud y placer sexual, es importante comprender cómo funciona la respuesta erótica y sexual humana. Y no, no es como nos lo venden en el porno ni en la vida de pareja. No es mágico ni funciona como un interruptor. De hecho, existen dos tipos de deseo sexual.


Tipos de deseo sexual (femenino)


Como bien lo explica en su libro de divulgación científica Come As You Are (2015), la PhD Emily Nagoski comparte sobre cómo el deseo sexual se ve influenciado por el temperamento y la personalidad sexual de cada individuo. Sim, tenemos un temperamento y una personalidad sexuales –además de un temperamento y una personalidad de formas de ser–.


Ya sea que algunas personas tengan más pronunciado un tipo de deseo sexual o que vaya variando a lo largo del desarrollo de la vida, en general tenemos dos tipos de deseo:


  1. Deseo sexual activo. Aquel que orgánicamente nuestro cuerpo busca sin mucho esfuerzo de estimulación externa. ¿Recuerdas aquella época adolescente en que “andar horny o cachondo” era pan de cada día con tan sólo un pensamiento, una imagen o un recuerdo? ¿O quizás aquel momento en que, casualmente estás ovulando, y a medio día te aparecen ganitas de sexo? Muchas veces no necesitamos muchos estímulos pa’ que nuestro deseo sexual activo se active.

  2. Deseo sexual reactivo. Como indica su nombre, es un deseo sexual que requiere estímulos externos e internos para hacerse presente. En ocasiones, puede requerir prácticas que implican mucho vínculo e intimidad con la pareja – como un muy buen día con la pareja, una cita, una charla profunda…


En este reel, Ev’Yan Whitney logra ejempiflicar de forma bastante acertada cómo se viven los dos tipos de deseo sexual:





Para comprender al deseo sexual, es importante saber que existen diversos modelos de la respuesta sexual humana. Hay dos en específico que podrían explicar mejor los fenómenos del deseo sexual:


Modelo del deseo sexual (femenino) de Rosemary Basson


Para la profesora clínica en el Departamento de Psiquiatría y la directora del Sexual Medicine Program de la University of British Columbia, Rosemary Basson (2002), la respuesta sexual femenina se puede visualizar de una forma no lineal y con varios componentes que no sólo incluyan “deseo”, “excitación”, “orgasmo” y “meseta”.


Para Basson, existen varios componentes que motivan a una mujer a sentir deseo – en especial en casos de relaciones de larga duración.


Hablemos del modelo de la motivación sexual en la mujer:



Deseo sexual | Blog MJ Castañeda Aguirre


En otras palabras, se trata de un modelo en donde se explica que el deseo sexual –de la mujer– es un fenómeno dinámico y no líneal. Es decir, si:


  • Estamos receptivas a desear y ser deseadas,

  • el estímulo eróticofestivo es el adecuado en un contexto apropiado,


Entonces el cuerpo irá experimentando la excitación fisiológica y mental. Sin embargo, en caso de que no estemos receptivas o que el estímulo no sea el adecuado o que el contexto no sea el apropiado –pensemos en un bar, con un personaje que no nos atrae y sigue presionando–, el deseo no surgirá.


Ejemplo: Si la pareja está planteando tener penetración de manera directa –sin ningún besito–, y en donde no se estimula directamente al clítoris, y si todavía… están en casa de los padres de alguno de los dos... El deseo sexual difícilmente aparecerá.



Deseo sexual | Blog MJ Castañeda Aguirre

Modelo de control dual del deseo y la excitación sexual



El Modelo de control dual surge del trabajo de investigación de Bancroft y Janssen (2000), que explica que el cuerpo tiene aceleradores y frenos para sentir deseo y excitación sexual.


Es decir, si el modelo no líneal de Rosemary Basson nos dice que el cuerpo y la mente necesitan estímulos adecuados en un contexto apropiado; el modelo de control dual del deseo de Bancroft y Janssen nos dice cómo reacciona el cuerpo para saber si los estímulos son adecuados en el contexto apropiado. De acuerdo con los autores del modelo de control dual del deseo sexual, cada cuerpo tiene motivadores que facilitan o inhibidores que frenen el deseo y la excitación sexual. ¿De qué depende?


De tu personalidad sexual.


En palabras de la educadora sexual y PhD en Conducta de la Salud por la Universidad de Indiana, Emily Nagoski (Come As You Are, 2015),


“Según el modelo de control dual, la excitación sexual consta en realidad de dos procesos: activar el acelerador y desactivar los frenos. Por tanto, tu nivel en un momento dado es el producto de la cantidad de estimulación [adecuada en un contexto apropiado] que esté recibiendo y la poca que estén recibiendo los frenos.


Pero también es un producto de lo sensibles que sean los frenos y el acelerador a esa estimulación.


Ambos factores son rasgos. Todos tenemos y son más o menos estables, pero, al igual que la introversión y la extraversión, varían de una persona a otra. [...] También tenemos distinta sensibilidad a ellos, lo que da lugar a distintos temperamentos o personalidades sexuales.”


En otras palabras, los estímulos eroticosfestivos en según qué contexto podrán activar más tus aceleradores o tus frenos según tu personalidad sexual, la cual se conforma de los factores biopsicosociales que mencionamos con anterioridad –entorno sociocultural, entorno interpersonal entre tu pareja y tú, historia de vida personal, la condición física del cuerpo y la experiencia intrapersonal–. Algo completamente normal y saludable. Único. Como tú.


Ojo.


Deseo sexual | Blog de María José Castañeda Aguirre

Cómo detectar si tengo deseo sexual bajo


Como se dijo al principio, el deseo sexual es como un musculito. Si no nos movemos, no sabemos que los tenemos. Pero si nos movemos, empezamos a detectar si partes de nuestro cuerpo que no sabíamos que estaban ahí pero que cumplían –o no– su función óptimamente.


Ya sea que tú tengas dudas o conozcas a alguien que tenga problemas con su deseo sexual, las siguientes preguntas te ayudarán a identificar si hay un área que represente un conflicto en tu deseo sexual y hacia dónde dirigirte para resolverlo.


Toma tu tiempo para responder las preguntas para detectar si tienes problemas con el deseo sexual. Es más, si quieres toma un lapiz y papel y apunta las respuestas:


  1. ¿Qué predomina en mí durante la práctica sexual con mi pareja: mis frenos o mis aceleradores?

  2. ¿Hay algo que está alterando el cómo me siento en la relación con la pareja con la que estoy teniendo mis asuntos –o en las prácticas erotico-festivas o de masturbación conmigue misme–?

  3. ¿Los estímulos eroticofestivos son los adecuados? (ejemplo: ¿realmente te gusta como "te lo come" tu pareja?)

  4. ¿El contexto es el apropiado?

  5. ¿Mi objetivo [conseguir un orgasmo; ejemplo: mediante la penetración] es muy grande, me está costando más tiempo y esfuerzo de lo pensado, no logro ni siquiera acercarme a él?

  6. ¿Mis genitales están reaccionando como creo que deberían de estar reaccionando?


Causas del deseo sexual bajo


Como te podrás haber dado cuenta, después de toda la revisión que hemos hecho sobre el deseo sexual, influyen múltiples factores que pueden estar ocasionando un deseo sexual bajo. Como por ejemplo:


  • Has estado pasando por un largo o muy intenso periodo de estrés.

  • Tú o alguien de tu entorno más cercano está pasando por una enfermedad.

  • Tú o tu pareja están atravesando por un trastorno sexual.

  • Tienes hambre o comiste demasiado.

  • Tienes sueño.

  • Sientes incomodidad porque hay otras personas en casa…

  • Las expectativas sobre cómo debería ser el delicioso –como en el porno, por ejemplo–.

  • Vergüenza corporal.

  • Los estímulos son los inadecuados.

  • Creencias irracionales sobre el pecado, suciedad o miedo a perder el control.

  • Reactivación de heridas psicomotrices por trauma.

  • Entre otros…


Si te suena alguna de estas causas, continúa leyendo para saber qué hacer si tengo deseo sexual bajo.



¿Qué hacer si tengo deseo sexual bajo?


Una vez que se detectó el área que puede estar causando el deseo sexual bajo – ya es hora de poner manos a la obra. Como hemos mencionado anteriormente, el deseo –y el erotismo– es como un musculito que debemos fortalecer con el movimiento. Aquí te compartimos cuatro actividades que puedes hacer para solucionar el deseo sexual bajo:


  1. Conéctate con las sensaciones de tu cuerpa. Muchas veces el bajo deseo sexual o el deseo hipoactivo se debe a una desconexión con los placeres corporales a través de los sentidos: dedica a investigar qué canción te hace danzar, qué comida te hace saltar de alegría, cuáles son tus pequeños placeres de la vida –como estar bajo la lluvia o meter las manos en el granos de arroz–, cuál es el aroma que más te atrae. Vívelos. Tráelos a tu vida y gózalos. Y eso incluye verte al espejo y notar las partes de tu cuerpo que te gustan.

  2. Satisface tus necesidades básicas. Tales como dormir y comer a tus horas, reservar momentos de autocuidado.

  3. Consume material erótico –ÉTICO–. Idealmente, te recomendamos libros eróticos que sean realistas y que activen ese antojo sabrosón de placer. Por ejemplo: La delta de Venus (1940) de Anaïs Nin. En el caso que seas más visual, elige porno ético como el de Erika Lust.

  4. Autoerotízate –¡más y más seguido!–. Mientras más curiosidad a explorar con tu cuerpo y las sensaciones, mayor desarrollo tendrá el deseo sexual. De acuerdo con un estudio reciente sobre la motivación, el pasaje al acto –empezar a actuar– y notar los cambios positivos del cambio aumenta la motivación en el tiempo. Esto significa que una vez que te autoerotices con una amplia diversidad de antojos, fantasías, juguetes, imágenes, cuentos eróticos –llegará por sí solito el deseo sexual.

  5. Terapia y acompañamiento psicológico. Porque, hermanas, eso de ir por el mundo sin un acompañamiento terapéutico es muy pegriloso, hermanas, es muy pegriloso. 💅🏼💅🏼

Mejor:





Y si después de todo este tocho, tienes más dudas – déjame aquí abajo tus comentarios para que pueda responderte. Recuerda que si estás viviendo una situación de deseo sexual bajo, se trata de un proceso adaptativo: requiere tiempo para volverte a sentir bien. Acercarte a una especialista en salud mental y sexual, siempre será una garantía para mejorar tu calidad de vida.


Si te gustó esa información y crees que podrá ser útil para alguien, no te olvides de compartirla con esa(s) persona(s). Ayúdame a llegar a más personas con información que cura.


Chismeemos a gusto en @mj.castaneda.aguirre 🍵


ÚLTIMA ACTUALIZACIÓN: 13/02/2023

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